25/02/2021
Incendio en Prodeme: «O dano foi pouco para o que podía ser»
Ardieron 150 toneladas de hierba y paja guardada para los bueyes que cría la asociación en Monforte.
Un incendio de grandes dimensiones provocó este miércoles graves destrozos en la granja que la asociación Prodeme tiene en las afueras de Monforte. El fuego empezó a primera hora de la tarde en un almacén que guardaba unas 150 toneladas de hierba y paja preparadas para utilizar como forraje. El fuego seguía encendido a primera hora de la noche y todo apunta a que los bomberos todavía van a tardar en apagarlo de todo. En Prodeme admiten que los destrozos son importantes, pero aseguran que podía haber sido mucho peor. «Os danos son pouco para o que podía ser», explica Julio Cortiñas, el gerente de Prodeme, una asociación monfortina que trabaja desde hace más de treinta años por la integración social y laboral de personas con discapacidades psíquicas.
El fuego empezó poco antes de las cuatro y media de la tarde en un gran almacén situado al otro lado del corredor de Lugo, a unos doscientos metros de la nave en la que la asociación mantiene decenas de bueyes y a aproximadamente un kilómetro de la residencia en la viven los usuarios de esta asociación. No se sabe bien por qué se produjo el incendio, pero en la asociación admiten que pudo tratarse de algún descuido. En el momento en que empezó había usuarios y monitores en las instalaciones. Fueron ellos quienes llamaron por teléfono al 112 para avisar de lo que estaba pasando. Antes habían intentado apagar el fuego ellos mismos con unos extintores, pero no pudieron.
Las llamas se extendieron con mucha rapidez por los dos grandes montones de pacas que había en el depósito. El más grande era el de paja, apilado a la izquierda del almacén, formado por unas cien toneladas de material y de aproximadamente veinte metros de largo por tres de ancho y una altura de unos cuatro metros. Arrimado a la pared de la derecha estaban otras cincuenta toneladas de pacas de hierba, que formaba un montón igual de ancho y de alto que el otro, pero con menos fondo. Los bomberos llegaron enseguida, porque su base está a apenas cinco minutos, pero para entonces ya estaba claro que no había manera de evitar que las pacas de forraje se perdiesen.
La mayor preocupación de los bomberos en esos primeros momentos era tratar de contener el fuego para que no afectase al edificio anexo, otro almacén, pero con oficinas y de mayores dimensiones que el primero. Aproximadamente media hora después de empezar a trabajar sobre el terreno, los bomberos recibieron la ayuda de un operario de una excavadora, que se ocupó de deshacer lentamente los montones de pacas en llamas para facilitar su extinción. Los bomberos remojaban el vehículo constantemente con mangueras para evitar que las llamas prendiesen en él. Por la noche, el fuego parecía acotado y el edificio anexo a salvo. La extinción de un incendio en pacas de hierba seca es siempre dificultosa porque ese material prensado tarda mucho en apagarse. Deshacerlos es la única opción, pero con una cantidad de material tan grande como el que había en ese almacén se trata de un trabajo que siempre dura mucho tiempo. A primera hora de la noche, el fuego seguía encendido y los bomberos se preparaban para trabajar allí toda la madrugada.
La actividad de la granja sigue. Los responsables de Prodeme admiten que el incendio supone un revés importante, pero aseguran que este suceso no va alterar demasiado la actividad de su granja. Julio Cortiñas explica que no han perdido toda la hierba y la paja que tienen guardada para alimentar al ganado. Este material lo tienen separado en tres almacenes distintos situados en diferentes lugares de sus parcelas agrarias, así que disponen de fondos suficientes para seguir trabajando. El almacén que ardió es el que utilizan para la nave en la que duermen los bueyes. Las vacas y terneras están en el otro lado del corredor. «Puido ser moito peor -explica el gerente de Prodeme- se o incendio chegar ser de noite ou se houbese maquinaria dentro do almacén». Un representante de la compañía con la que Prodeme tiene aseguradas estas instalaciones se desplazó ayer por la tarde a la granja para comprobar el alcance de los destrozos.
Por la tarde, la humareda no dejaba ver bien qué había exactamente dentro del almacén siniestrado, pero la práctica totalidad de los vehículos de uso agrario que tiene Prodeme estaban estacionados en una zona cubierta a unos cincuenta metros. En ese aparcamiento a salvo del fuego había maquinaria por valor de unos 500.000 euros.
Fuente: La Voz de Galicia | 24/02/2021
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